La poesía del día, los árboles dan frutos.
En prados verdes, bañados por una luz dorada,
donde los árboles se alzan altos, una vista maravillosa,
en medio de los susurros de la suave brisa,
los árboles otorgan sus preciosos regalos con facilidad.
Los árboles dan frutos en esta tierra,
Ofreciendo su esencia, su dulce guerra,
Sus ramas abiertas, como manos extendidas,
Con frutos maduros, sonrisas compartidas.
Desde sus ramas, maduras y llenas de gracia,
Frutas adornadas con colores vibrantes que abrazamos,
Envueltas en tonos carmesí, dorado y verde,
Su belleza madura, una escena fascinante.
Con cada bocado, podemos saborear,
La dulzura de la vida, el gozo de amar,
Los árboles dan frutos, nos otorgan vida,
Nutriendo nuestras almas con el rito más dulce de la naturaleza.
Bajo su sombra encontramos consuelo y paz,
Mientras sus ramas se balancean, nuestras preocupaciones se liberan,
Los árboles dan frutos, y también cobijo,
Un refugio seguro, en su abrazo flotijo.
A través de las estaciones, sus ciclos se desarrollan,
desde tiernos brotes hasta frutos, historias no contadas,
inspirándonos a crecer, a florecer con poder,
como los árboles, nos esforzamos por alcanzar la luz.
Así que abramos nuestros corazones y mentes,
A la poesía de los árboles, sus susurros intensos,
En los árboles dan frutos, encontramos nuestro ser,
En su generosa generosidad, un amor que está siempre tan cerca.
Apreciemos estas maravillas arbóreas, realzadas,
Porque nos regalan sustento, alma y azar,
En los árboles dan frutos, encontramos la súplica más dulce de la vida,
El deleite de un poeta, una sinfonía de armonía.